Primer planeta rocoso extrasolar

Illustration of CoRoT-7b
Credit: ESO/L. Calcada

Observaciones independientes mediante los telescopios del ESO han permitido confirmar que el planeta extrasolar descubierto por el satélite francés CoRoT, llamado CoRoT-7b, es en efecto el primer planeta rocoso encontrado fuera de nuestro sistema solar.

La Humanidad sabe ahora pues, como nos imaginábamos, que pueden existir ahí fuera planetas parecidos al nuestro, y no sólo gigantes gaseosos como Júpiter.

Es cuestión de tiempo encontrar uno situado a la distancia adecuada de su estrella para hacer viable la existencia de agua líquida en su superficie, y con ello, quizá la presencia de condiciones aptas para la vida.

El observatorio CoRoT detectó el planeta cuando éste pasó por delante de su estrella. Midiendo las velocidades radiales y las diferencias de brillo ha sido posible averiguar el diámetro del planeta y su masa, y a partir de ello, su densidad. CoRoT-7b tiene una densidad semejante a los planetas rocosos del sistema solar, y por tanto debe estar compuesto por materiales parecidos.

Se cree que tiene un diámetro inferior al doble del de la Tierra, y que está situado a 2,5 millones de kilómetros de su estrella, lo que lo hace orbitar a su alrededor una vez cada 20,4 horas. Su masa es unas cinco veces la de nuestro mundo, así que se halla en la categoría de súper-Tierra. Su densidad media se encuentra en los 5,6 gr/cm3. La Tierra, Mercurio y Venus tienen densidades parecidas (Marte la tiene inferior), por lo que puede decirse que es un planeta rocoso sin lugar a dudas.

Más información (inglés)

Arriba