Erupciones volcánicas y la Unión Europea

Situación


1991. Tras cuatro siglos dormido, el Pinatubo se despierta en Filipinas. Se trata de la explosión volcánica más violenta del siglo XX: cerca de mil muertos, un millón de personas desplazadas, daños incalculables.
El continente europeo cuenta, por su parte, con unos cien volcanes, 30 de ellos situados en el territorio de la Unión Europea, que han estado activos durante los 10.000 últimos años. En Grecia y en Italia se han producido 140 erupciones desde el siglo XVI y los volcanes podrían despertar bruscamente de su letargo, como en Filipinas.
De todas las catástrofes naturales, las erupciones volcánicas se encuentran entre las más impresionantes por su carácter repentino y por producirse en cadena: proyecciones de residuos, corrientes de lava, emanaciones de gases tóxicos, efectos sísmicos...


Actuación


Una erupción importante en Europa tendría consecuencias muy graves para la población y el medio ambiente. Ciertamente no es posible hacer frente a una catástrofe de tales magnitudes. Ahora bien, se puede prever una erupción cada vez con mayor precisión y tomar a tiempo todas las medidas necesarias para salvar vidas humanas y reducir los costes económicos.
El principal reto para la investigación es comprender mejor los procesos volcánicos y detectar a tiempo los signos que preceden una erupción. Para ello se trata de combinar varias estrategias científicas. Las técnicas de medición estandarizada deben diseñarse también para facilitar la comparación entre volcanes de distinto tipo.
En este campo, Europa aporta un importante valor añadido al apoyar un gran número de proyectos de investigación concentrados en las distintas zonas de alto riesgo.

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